Hoy escribimos este texto para los compañeros que trabajan en la Sanidad Privada.
En primer lugar, queremos dejar claro que los aplausos que la ciudadanía lanzó ayer espontáneamente, creemos firmemente que no solo iban dirigidos hacia los profesionales que se encuentran trabajando incansablemente por atender a la población con sospecha o confirmación de infección por Covid-19 en los hospitales y centros de salud públicos, también iban para esos profesionales que estáis trabajando incansablemente por atenderlos en la red sanitaria privada.
Desde la Asociación Madrileña de Enfermería (AME) siempre hemos dado todo nuestro apoyo a las enfermeras que trabajan en la red sanitaria privada, siendo muy conscientes de la precariedad en que desarrollan sus funciones, sus escandalosas cargas de trabajo que asumen, sus bajos salarios, su pobre reconocimiento profesional dentro de las empresas privadas, el alto grado de intrusismo por otros profesionales en las competencias enfermeras exclusivas,…, y todo ello para que los empresarios y los consejos de administración de los grupos hospitalarios aumenten siempre sus beneficios económicos y rendimientos patrimoniales.
Todo ello se adereza con importantes ayudas o cesiones desde las Administraciones nacional, autonómica y local a esas empresas privadas, que una vez más, solo redundan en beneficios económicos para los empresarios o consejos de administración de esas empresas, pero a sus profesionales, y muy especialmente a las enfermeras, no les llegan siquiera ni las migajas.
Pero también queremos que las compañeras de las sanidad privada sean conscientes de otras realidades importantes. En primer lugar, ellas atienden con gran profesionalidad y competencia científico-técnica a sus usuarios (procedentes de aseguradoras o totalmente privados) hasta que o bien mejoran o bien son derivados a la red sanitaria pública, ya sea por falta de medios técnicos, por el fin de la cobertura de su aseguradora o por insuficiencia de recursos económicos del usuario. En la red sanitaria pública eso no ocurre así, nuestros usuarios son atendidos en sus esferas física, psicológica y social de principio a fin de sus procesos, con estancias medias en los hospitales públicos mucho más abultadas que en la sanidad privada, porque nuestros usuarios nunca pueden ser abandonados a su suerte en otra red sanitaria. Pensemos por ejemplo en los ancianos con fracturas de cadera que viven solos en sus domicilios y la red sanitaria pública se responsabiliza de sus cuidados desde el ingreso en urgencias, su convalecencia en unidades de media-larga estancia, hasta su seguimiento en atención, primaria una vez se haya recuperado.
Por otro lado, siempre hemos defendido y respetado que los ciudadanos tienen derecho a elegir libremente si quieren recibir atención en la red sanitaria pública o bien, costearse una atención privada. Para AME la sanidad privada es un negocio legítimo y, por supuesto respetamos profundamente a todos aquellos ciudadanos que eligen ser atendidos en la red sanitaria privada, pero siempre debemos garantizar que exista una red sanitaria pública de calidad y ágil para todos los ciudadanos que garantice una atención a todos los problemas de salud sin tener en cuenta sus recursos económicos.
Así, no podemos olvidar que en la última década en la Comunidad de Madrid el Partido Popular, como ocurre en otras muchas comunidades autónomas con el PSOE, CIU-PDCAT,…, se han realizado graves ataques a nuestro sanitario público, con cierre de centros, cesión de otros a empresas privadas, que han supuesto el despido de miles de compañeros y el empobrecimiento de muchísimos otros por la devaluación de su nómina o el empeoramiento de su contrato.
Mientras las empresas sanitarias privadas han visto multiplicado exponencialmente sus beneficios, se han creado decenas de nuevos hospitales privados, miles de madrileños se han visto obligados a hacerse un seguro privado de salud para sentirse mejor protegidos de los problemas de salud, se han incrementado de forma muy importante las derivaciones de pacientes de la red sanitaria pública a la privada con la excusa de las lista de espera, se ha cedido suelo público para construir esos centros privados,…, y mientras los profesionales de la red sanitaria privada, muy especialmente las enfermeras, no solo no habéis mejorado vuestras condiciones laborales, económicas y profesionales, si no que en muchísimos casos vuestras empresas han decidido empeorarlas.
Las enfermeras de la red sanitaria pública, como el resto de profesionales que trabajan en esta red con ellas, no solo han sufrido despidos y empeoramiento de sus condiciones económicas, hemos sufrido duros ataques por parte de algunos políticos que nos mostraban ante la ciudadanía como “vagos y maleantes” por ser funcionarios, cuando día a día nos dejábamos la piel para que la población no viera perjudicada su atención por los recortes del presupuesto público dedicado a sanidad en Madrid, como privilegiados por tener una plaza fija cuando aproximadamente el 40% de las enfermeras en Madrid tienen contratos temporales,….
Por todo ello, esta crisis del Covid-19 tiene que servirnos para darnos la mano de nuevo, al menos las enfermeras independientemente de quien pague nuestras nóminas, siempre desde el respeto al trabajo del otro, valorando nuestra igualdad en conocimientos científico-técnico y en el amor que profesamos por nuestra profesión.
Apliquémonos juntos por señalar a quienes nos han traído a esta lamentable situación, la de todas las enfermeras, con un colegio profesional en Madrid y un consejo general de enfermería en España que NUNCA se han enfrentado a nuestros empresarios (políticos en caso de la sanidad pública e influyentes empresarios en caso de la sanidad privada) por incrementar nuestro desarrollo profesional, laboral y económico, a pesar de que todos los meses reciben millones de euros de nuestras cuotas colegiales que pagamos obligatoriamente para poder trabajar (tanto en la red sanitaria pública, como en la privada).
También a un sindicato de enfermería (SATSE) que en muchísimos casos solo se ha dedicado a hacer negociete con sus cursos, mirando para otro lado cuando se han despedido a miles de enfermeras o su poder adquisitivo ha caído de forma alarmante (recordemos que hoy en la sanidad privada una enfermera puede llegar a cobrar 1.200€ a jornada completa).
Y por último, a los grandes grupos hospitalarios privados (Quironsalud, HM Hospitales, Vithas,…) y a la red de Hospitales Católicos de Madrid, que simplemente ven a las enfermeras como esas “chicas” que ayudan a sus clientes a sentirse más confortables en sus lujosas instalaciones y que, frecuentemente las imponen condiciones cercanas a la explotación laboral porque saben que anualmente en el mes de Junio salen una nueva hornada de recién graduadas que, por desconocimiento, juventud o, simplemente necesidad, podrán explotar hasta el año que viene para mantener su cuota de beneficios empresariales.
Compañeras, ahora estamos sufriendo unas terribles cargas de trabajo en todos los centros, públicos y privados de la Comunidad de Madrid, felicitémonos las unas a las otras por nuestra labor y enorgullezcámonos por como estamos trabajando por vencer al virus y salvar las vidas de nuestros usuarios, cada uno desde nuestro ámbito de acción.
No queremos acabar sin aclarar que, cuando ciudadanos y profesionales pedimos más sanidad pública, lo hacemos pensando en el bien de nuestros usuarios y por el de la enfermería como profesión. Nunca lo hacemos como ataque a los profesionales de la sanidad privada.
Un sistema sanitario público fuerte redundará en un gran beneficio para la salud de todos y, para el desarrollo de las enfermeras, y facilitará que todas aquellas que quieran, puedan ejercer sus funciones en la red sanitaria pública, y por supuesto, todas aquellas que quieran ejercerlas en la sanidad privada , lo hagan pero con unas condiciones laborales, económicas y profesionales dignas.
Por supuesto, aunque este escrito lo hemos dirigido principalmente hacia los profesionales de enfermería, queremos aprovechar para hacerlo extensible a todos los profesionales sanitarios (médicos, TCAES, fisioterapeutas,…) y no sanitarios (celadores, administrativos, personal de limpieza,…) que estamos dando el máximo de nuestros esfuerzos para salir cuanto antes de esta crisis sanitaria. GRACIAS.
¡¡Mucho ánimo a todos!!
Asociación Madrileña de Enfermería (AME).