¡DEJADNOS SÓLOS!
Les importa lo justo la Atención Primaria (AP), el trabajo en equipo -elemental en un EAP (Equipo de AP)-, los fundamentos y esencia de la Primaria,…, la Salud Comunitaria (de la que nunca hablan, aunque está como segundo apellido en el título académico de la especialidad), la Salud Pública…y la sanidad pública en sí misma.
Que se cierren los Centros de Salud (CS) a las dieciocho horas como paso previo al cierre a las quince, ¡es lo correcto!
Que saquen las PCR de los CS ¡es lo apropiado! _(para qué criticar que el plazo del 31 de julio para finalizar las obras para establecer dobles circuitos no se han cumplido y en muchos casos no se han comenzado)!
¡Qué se saquen también las vacunas de la gripe de los CS (les ha debido parecer muy fuerte decir que las administren en las farmacias o en un mercadillo ambulante) ¡es lo cabal!
Que saquen a las enfermeras de sus consultas a atender todo, o casi todo, en los domicilios, y que lo hagan por tareas en la sala de curas para que todos los de la tarde quepan en el turno de mañana, incluido los residentes en una consulta adyacente a la del tutor, ¿Cómo no se nos habría ocurrido antes? ¡es lo adecuado, cuestión sine qua non!
Que me quiten la burocracia y se la pasen a “me da igual a quién”; que me suban las retribuciones (ojo! que se las merecen) aunque el administrativo y, en mayor medida, el celador apenas cobren el SMI ¡es lo suyo! …y encima les critico porque todo su afán es trabajar para complicarme la vida.
El no saber conjugar el verbo conciliar adecuadamente (yo concilio, tú no, él tampoco, nosotros sí, vosotros y ellos me da igual) ¡es lo más normal del mundo!
Es el imperio del “más de lo mío y del más de/para los míos”; el “ande yo caliente y ríase la gente”
¿Para qué las enfermeras?, ¿para qué las administrativas?, ¿para qué el resto del EAP?…
Y así, “sin querer”, llegamos al ¿para qué la Sanidad Pública y la Atención Primaria, y al ¿para qué los usuarios y la población?
Para los inconscientes, todo se reduce a un taurino ¡Dejadme sólo! a los que les recomiendo encarecidamente la lectura del artículo del mismo nombre, de Juan José López Burniol, publicado en La Vanguardia el día 15 de julio de 2017. enlace
Joaquín Villena
Enfermero de AP de Madrid