Martes, 24 de Marzo de 2020:
Recibo una llamada del Hospital Gregorio Marañón de Madrid preguntándome si – aun estando jubilada – estaría dispuesta a incorporarme ya que, debido a la pandemia del COVID19, la falta de personal es acuciante. Sin dudarlo un momento, le respondo que sí .
Jueves, 26 de Marzo:
Me incorporo a una planta de hospitalización. El hospital parece muy diferente al que dejé en Junio del 2018, el ir y venir de gente de todos los estamentos es constante, el ritmo de trabajo es agotador, pero aun así, el ambiente es de confianza y cooperación total, y a pesar de la tragedia que estamos viviendo, el personal contratado está agradecido por tener trabajo. Sigue leyendo